Dicen los expertos, y yo me hago eco de ello, que todo el mundo nace con un sentido de pertenencia.
Es una necesidad inherente de cada ser humano de sentir que pertenece a alguien o a algo.
Es por eso que cada quien busca la manera de estar unido a una pareja o de involucrarse en ciertas actividades.
Hay quienes se desesperan y echan mano del primer@ que se cruce en su camino. Hay otr@s que deciden esperar hasta que la Providencia les envíe el idóne@ para ell@s.
Por otro lado vemos a las personas involucrándose en actividades sociales, asociándose a clubes, asistiendo a actividades religiosas, entre otros.
Particularmente, considero que nadie le pertenece alguien, pues nadie tiene la facultad de hacer algo tan relevante como para poder comprar a alguien. De modos que nadie puede poseer a alguien, pues tampoco nadie tiene un valor medible o tangible (Excepto los que optan por la miserable vida alegre! Aunque en el fondo, ellos saben que su valor es mucho mayor), por el cual pueda ser adquirido.
Sólo hay alguien capaz de comprar a alguien. Aquel quien al morir en la cruz, me compró con su sangre eficaz.
Sólo a tí pertenezco, porque fuiste tú quien me hiciste esclavo por amor. Sólo a tí mi buen Maestro, es a quien pertenezco!
lunes, 30 de agosto de 2010
sábado, 28 de agosto de 2010
¿Estás seguro de serlo?
Déjame hacerte otra pregunta: ¿Cómo sabes que creíste? Pues todos los que se pierden dicen lo mismo. Jesús dice en Mateo 7:21: "no todo el que me dice SEÑOR, SEÑOR entrará al reino de los cielos. Literalmente él está diciendo, no todo el que confiese mi nombre será salvo. De manera, que tú confesión por Cristo no significa nada.
Hacer una oración para supuestamente entregarle tu vida a Jesús no te salva. Que pidieras perdón por tus pecados e invitaras a Jesús a tu corazón no te salva.
Mi amig@, si no te arrepientes todos los días, no eres cristian@. El arrepentimiento no se trata de confesar y pedir perdón por algo que está mal, para luego seguir haciendo lo mismo como si nada hubiera pasado.
No se trata de una simple confesión de labios o de aparentar cosas exteriormente. Es más bien una actitud interior que se refleja naturalmente en todo nuestro ser.
Es correr por el lado contrario del pecado. Es buscar por los méritos de Cristo, y por la inmensa gracia de Dios; con toda la diligencia apasionada que sólo busca agradar a Dios. Para alejarnos de lo pecaminoso, de lo mundanal, de aquellas cosas que Dios aborrece. Por sólo hacer Su Santa y Bendita voluntad y no la nuestra.
De qué nos sirve guiar a las personas a los pies de Cristo, si luego los vamos a dejar solos para que vivan una vida igual a la que viven las personas que nos son cristianas.
Y es que el ser cristiano no consiste en asistir los domingos y los miércoles a la iglesia, y luego que salgo de sus puertas continúo viviendo igual que los demás. Créeme, es mucho más que eso.
¿Cómo sabes entonces si eres salvo o no? Jesús dijo: “Por sus frutos los conoceréis”. La respuesta es muy fácil entonces. ¿Estás siendo transformado por Dios? ¿Estás produciendo los frutos del espíritu santo en tu vida? O ¿Te vistes como el mundo, actúas como el mundo, caminas como el mundo, oyes al mundo, te pareces al mundo, hueles al mundo?
Un árbol de frutos buenos no puede producir frutos malos. Igual, un árbol de frutos malos no puede producir frutos buenos (Mateo 7: 17-18). La pregunta que te hago es la siguiente: ¿Qué tipo de frutos estos produciendo? La conclusión es la siguiente: “todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego”.
Aquí Jesús está hablando de la ira de Dios. El juicio de Dios vendrá sobre ti y te arrojará en el infierno si dices que has confesado a Cristo y no estás haciendo la voluntad de su Padre.
No se trata de que conozcas a Jesús. Se trata de que Jesús te conozca a tí. (Mateo 7:23)
miércoles, 25 de agosto de 2010
El mundo gira
A pesar de que hoy abriste los ojos a las diez, muchos lo abrieron a las seis, porque tenían que ir al trabajo, a la universidad, a la escuela; a hacer mil diligencias.
A pesar de que te encontrabas tranquilo mientras respirabas en tu cama; despacio. Allá afuera habían cientos, tal vez miles, que andaban de prisa para que no les cogiera la hora, y llegar temprano a su destino.
A pesar de que estabas cómodo, sobre-descansado, ya muchos estaban fatigados por el duro trabajo que le esperaba; y el sol, cual fiel como el transitar del tiempo, les tostaba la piel.
A pesar de que estabas durmiendo inconsciente, ya muchos estaban enfrentando la dura realidad de la vida: que todo cuesta, que nada es gratis. Tal vez nada para el que lo recibe, pero sí mucho para el que lo da.
No importa si ahora no valoras todo el esfuerzo que tus padres están haciendo por tí, en algún momento, la vida misma te pedirá cuenta por tu apatía e indiferencia; por tu mala mayordomía.
Y luego no te quejes de que otros alcanzaron sus sueños y tú no. Luego no digas que fue porque tus circunstancias no fueron favorables, pues es muy probable que la razón sea el exceso de probabilidad lo que te hizo dormir en la comodidad que tus padres te ofrecieron, haciéndote quedar estancado en el mismo vicio, de dormir hasta tarde todos los días.
Y tampoco tienes excusa de quedarte igual. De no hacer nada para cambiar el sendero que no te conduce a nada; Que sólo te hace orbital en el mismo vicio.
El mundo gira y tu sigues ahí, dormido. Por favor, despierta! Porque la vida te espera. Porque tienes muchas cosas por qué luchar. Porque es mejor perder la vida en un intento, que morir sin intentarlo. Así que vamos, comienza a girar!
A pesar de que te encontrabas tranquilo mientras respirabas en tu cama; despacio. Allá afuera habían cientos, tal vez miles, que andaban de prisa para que no les cogiera la hora, y llegar temprano a su destino.
A pesar de que estabas cómodo, sobre-descansado, ya muchos estaban fatigados por el duro trabajo que le esperaba; y el sol, cual fiel como el transitar del tiempo, les tostaba la piel.
A pesar de que estabas durmiendo inconsciente, ya muchos estaban enfrentando la dura realidad de la vida: que todo cuesta, que nada es gratis. Tal vez nada para el que lo recibe, pero sí mucho para el que lo da.
No importa si ahora no valoras todo el esfuerzo que tus padres están haciendo por tí, en algún momento, la vida misma te pedirá cuenta por tu apatía e indiferencia; por tu mala mayordomía.
Y luego no te quejes de que otros alcanzaron sus sueños y tú no. Luego no digas que fue porque tus circunstancias no fueron favorables, pues es muy probable que la razón sea el exceso de probabilidad lo que te hizo dormir en la comodidad que tus padres te ofrecieron, haciéndote quedar estancado en el mismo vicio, de dormir hasta tarde todos los días.
Y tampoco tienes excusa de quedarte igual. De no hacer nada para cambiar el sendero que no te conduce a nada; Que sólo te hace orbital en el mismo vicio.
El mundo gira y tu sigues ahí, dormido. Por favor, despierta! Porque la vida te espera. Porque tienes muchas cosas por qué luchar. Porque es mejor perder la vida en un intento, que morir sin intentarlo. Así que vamos, comienza a girar!
martes, 24 de agosto de 2010
Si fue por tí
Que se humillo hasta lo sumo.
Que abandonó toda su gloria celestial.
Que se encarnó para hacerse visible y que puedas conocerle.
Que soportó tanto dolor y angustia.
Que le escupieron.
Que latigazos su espalda recibió.
Que una corona de espina clavaron en su cráneo.
Que sus manos y pies clavaron sobre el madero.
Que una lanza en el costado le introdujeron.
Que vinagre por agua le dieron.
Que en aquella cruz murió en tu lugar ensangrentado.
Si fue por ti que Jesús murió con tal alto sacrificio, ¿Por qué te resistes? ¿Por qué no valoras lo que sufrió por ti para perdonarte y salvarte? ¿Por qué dudas de su amor? ¿Por qué le sigues con reservas? ¿Por qué no te comprometes con su causa y solo en teoría le sigues, a la orilla? ¿Por qué no terminas de sumergirte en su inmenso mar y nadas en las profundidades de su persona? ¿Por qué no haces como él y no terminas de entregarle TODA tu vida, todo tu ser a aquel digno de tí?
Por Christopher Peralta.
Acerca del uso del nombre de Dios
Los nombres representan a la persona que lo posee. Es más que vocales y consonantes combinadas. El nombre representa cualidades y características específicas de la persona que lo porta.
Es por esta realidad que no debemos tomar el nombre de Dios en vano, con ligereza ni con trivialidad, pues es una falta de respeto a Su persona, Gloriosa y Majestuosa.
Dice la Biblia en el tercero de los mandamientos que él no tendrá por inocente al que tome Su nombre en vano, sin justificación y sin razón. También en Malaquías les reclama a los sacerdotes porque estaban menospreciando su nombre (Persona), es decir, no le estaban dando un uso adecuado. (Éxodo 20:7; Mal. 1:6).
Es importante que entendamos que en la biblia hay más de cien nombres diferentes acerca de Dios, y es que él nos ha revelado su persona, su naturaleza, su poder, sus atributos, sus propósitos por medio de sus nombres. No se trata de una mera nomenclatura para referirnos a Dios, se trata de Dios mismo.
Un ejemplo de esto es cuando Dios se le aparece a Abram en Génesis capitulo diecisiete, versículo uno y le dice: “Yo soy en Dios Todopoderoso” . Aquí Dios le está diciendo literalmente, Yo Soy el SHADDAY, el Ser más poderoso, el Inexpugnable, el Dios Omnipotente. Dios no le estaba diciendo, hola Abram, qué tal, me llamo Dios Todopoderoso, pues la orden que posteriormente le da es, "camina delante de mí y se perfecto". Él se estaba revelando a sí mismo.
Es de vital importancia recordar en todo tiempo que Dios no es cualquier cosa, él es el Dios Padre, la primera persona de la Trinidad. El Creador de todo lo que existe. Él es el Infinito y Eterno Dios; Soberano, que hace con quién él quiere, como el quiere, cuando él quiere y no hay quien pueda detener su mano y decirle, ¿Qué haces? (Daniel 4:35).
Estas verdades deben producir en nuestros corazones un cada vez más profundo pesar por reverenciar a nuestro Bendito Dios, y dirigirnos a él con amor filial (Padre nuestro), pero con conciencia de cual es Su lugar (que estás en los cielos).
Dios es nuestro Padre, no nuestro pana, así que por favor, no tomemos su Santo y Bendito nombre en vano. El debe ser reverenciado por nosotros, sus creaturas y sus hijos en todo.
(Reflexiones y apuntes acerca de la clase "Los Nombres de Dios" por el Pastor Sugel Michelen)
lunes, 23 de agosto de 2010
Paráfrasis de 1ra a los Corintios 13
Aunque yo cantase como un integrante del cuarteto “Los Heraldos del Rey” y con la dulzura de los ángeles, si no tengo el sentido de lealtad que me impulsa a ser fiel en mi coro, en todos sus ensayos, mi talento no tendría más valor, para mi Señor y su iglesia, que el metal que resuena o el címbalo que retiñe.
Y si tuviera el don de una bella voz y conociese todos los misterios del dominio de la respiración y tuviese un gran conocimiento de la teoría de la música y la armonía, o supiera un gran repertorio y tuviese todo para extasiar a mis oyentes, pero no fuese fiel a mi coro, en todos los ensayos y presentaciones, mi habilidad para servir al Señor, en su obra, nada sería.
Y aunque exhibiese mis talentos delante de mi iglesia y cantase los más hermosos arreglos, si no fuese para glorificar a mi Señor, sería una ofrenda inútil y de nada me aprovecharía.
La fidelidad es duradera y produce un espíritu suave y agradable. El auténtico y fiel miembro del coro de una iglesia, no llama la atención sobre sí mismo; no se envanece, no crea problemas en los ensayos, no busca gloria para él; no tiene mal genio y no interpreta las sugerencias del director como crítica personal.
No se alegra con los errores de los otros miembros del coro, sino que se goza cuando todos trabajan unidos para hacer de éste un instrumento de alabanza al Señor. Toma conciencia de su responsabilidad, cree en los ensayos extras cuando son necesarios y espera siempre que el grupo sea mejor, realizando su trabajo con sacrificio, a fin de lograr un buen resultado.
El fiel miembro del coro nunca falta. Las disculpas serán dejadas de lado; dejará de haber solistas vanidosos y la asistencia irregular desaparecerá.
Porque en parte conocemos y en parte profetizamos los resultados de nuestra labor. Pero cuando venga lo que es perfecto, nuestro conocimiento será de poca importancia si consideramos los verdaderos frutos de nuestro servicio.
Cuando yo era inexperto en el coro, cantaba como inexperto; pensaba que nunca aprendería y que la música era muy difícil para mí. Ahora, que dediqué mi voz al Señor, dejé esos pensamientos sin importancia, porque sé que Dios me ayudará.
Hoy comprendemos estas cosas en parte, con nuestro propio entendimiento; mas, cuando estemos cara a cara con Él conoceremos plenamente.
Y vendrá el tiempo cuando se conozcan los frutos de mi fidelidad, los cuales Dios conocía cuando me llamó para servirlo y sabía que mi fidelidad sería más valiosa que todo el esfuerzo requerido de mí.
Ahora, pues, permanecen una bella voz, la capacidad para usarla y la fidelidad; estas tres, pero la mayor de ellas es la fidelidad
Tomado de la internet
Y si tuviera el don de una bella voz y conociese todos los misterios del dominio de la respiración y tuviese un gran conocimiento de la teoría de la música y la armonía, o supiera un gran repertorio y tuviese todo para extasiar a mis oyentes, pero no fuese fiel a mi coro, en todos los ensayos y presentaciones, mi habilidad para servir al Señor, en su obra, nada sería.
Y aunque exhibiese mis talentos delante de mi iglesia y cantase los más hermosos arreglos, si no fuese para glorificar a mi Señor, sería una ofrenda inútil y de nada me aprovecharía.
La fidelidad es duradera y produce un espíritu suave y agradable. El auténtico y fiel miembro del coro de una iglesia, no llama la atención sobre sí mismo; no se envanece, no crea problemas en los ensayos, no busca gloria para él; no tiene mal genio y no interpreta las sugerencias del director como crítica personal.
No se alegra con los errores de los otros miembros del coro, sino que se goza cuando todos trabajan unidos para hacer de éste un instrumento de alabanza al Señor. Toma conciencia de su responsabilidad, cree en los ensayos extras cuando son necesarios y espera siempre que el grupo sea mejor, realizando su trabajo con sacrificio, a fin de lograr un buen resultado.
El fiel miembro del coro nunca falta. Las disculpas serán dejadas de lado; dejará de haber solistas vanidosos y la asistencia irregular desaparecerá.
Porque en parte conocemos y en parte profetizamos los resultados de nuestra labor. Pero cuando venga lo que es perfecto, nuestro conocimiento será de poca importancia si consideramos los verdaderos frutos de nuestro servicio.
Cuando yo era inexperto en el coro, cantaba como inexperto; pensaba que nunca aprendería y que la música era muy difícil para mí. Ahora, que dediqué mi voz al Señor, dejé esos pensamientos sin importancia, porque sé que Dios me ayudará.
Hoy comprendemos estas cosas en parte, con nuestro propio entendimiento; mas, cuando estemos cara a cara con Él conoceremos plenamente.
Y vendrá el tiempo cuando se conozcan los frutos de mi fidelidad, los cuales Dios conocía cuando me llamó para servirlo y sabía que mi fidelidad sería más valiosa que todo el esfuerzo requerido de mí.
Ahora, pues, permanecen una bella voz, la capacidad para usarla y la fidelidad; estas tres, pero la mayor de ellas es la fidelidad
Tomado de la internet
domingo, 22 de agosto de 2010
Juegos de Infancia
Han evolucionado con la revolución tecnológica de los últimos tiempos.
Antes jugábamos la latica, el pañuelito, el matao, la plaquita, el topao, el ladrón y el policía, el loco paralisao, la cieguita, manos caliente, trompo, cero mata cero, la sillita voladora, canicas, mar y tierra, pollito pleibi, bollo, fufú, flori convento, la botellita, capú y no te abajes, abajo de mi cama hay un perro muerto, petroleo, la vaca lechera le dijo al lechero, camán ahí, muza cacara muza, yún, gomita, mariscal pasando lista, ya, Simón dice, el tiburún y arroz con leche.
Jugábamos pelota con la cabeza de una de las muñecas de nuestra hermana. Jugábamos Chato, vitilla. Hacíamos avionsitos de papel y los poníamoss a volar. Hacíamos naves espaciales, barquitos, gorritos y boquitas. Hacíamos carros y camiones con cartón de jugo 100 % (valga la cuña!) con ruedas de jugola. Hacíamos gofio, cocinao, y dulce de almendra. (Y la brega que daba ponerse a majar todas esas almedras...!).
Hacíamos cine con un blo, con una hoja enchumbada de aceite, con soldaditos y una vela. Peliábamos lapices o lapiceros amarrados con una gomita. Pelíabamos beta. Volávamos chichigua y capuchín. Jugábamos muchos otros juegos más que hoy ya no recuerdo.
La diferencia esqueletal entre aquellos tiempos y los de ahora, es que en nuestra infancia, jugabamos cosas que incluian hacer cierta actividad física, involucrarnos con nuestros amigos y exponernos a los diferentes caracter y personalidad de ellos. Incluían coger sol, sudar y contaminarnos con muchísimos microbios que ponian a nuestros anticuerpos a funcionar.
Con la llegada del Nintendo, Super Nintendo, el Sega Genesis, el Play Station I y II, La PC, el Game Boy, el PSP, el Ultra 64, el X-Box, el Game Cube, el Wii y otros más, fueron desapareciendo los juegos de nuestra infancia.
Hoy en día los niños son cada vez más cerrados y tímidos, pues casi no se exponen a otros niños ni interactúan con ellos, lo que no les permite desarrollar una sana personalidad, con una identidad clara de lo que ellos mismos son ni de lo que ellos quieren en la vida.
Por otro lado, está la tendencia de esos niños a ser obesos y aislados, pues no salen de la misma rutina diaria; sedental, lo que les ocaciona enfermedades que están aliadas a la diabetes, hipertensión y además, otras deficiencias sicológicas como la falta de concentración.
Es por éso que: Queremos que se jueguen los juegos de nuestra niñez!
Antes jugábamos la latica, el pañuelito, el matao, la plaquita, el topao, el ladrón y el policía, el loco paralisao, la cieguita, manos caliente, trompo, cero mata cero, la sillita voladora, canicas, mar y tierra, pollito pleibi, bollo, fufú, flori convento, la botellita, capú y no te abajes, abajo de mi cama hay un perro muerto, petroleo, la vaca lechera le dijo al lechero, camán ahí, muza cacara muza, yún, gomita, mariscal pasando lista, ya, Simón dice, el tiburún y arroz con leche.
Jugábamos pelota con la cabeza de una de las muñecas de nuestra hermana. Jugábamos Chato, vitilla. Hacíamos avionsitos de papel y los poníamoss a volar. Hacíamos naves espaciales, barquitos, gorritos y boquitas. Hacíamos carros y camiones con cartón de jugo 100 % (valga la cuña!) con ruedas de jugola. Hacíamos gofio, cocinao, y dulce de almendra. (Y la brega que daba ponerse a majar todas esas almedras...!).
Hacíamos cine con un blo, con una hoja enchumbada de aceite, con soldaditos y una vela. Peliábamos lapices o lapiceros amarrados con una gomita. Pelíabamos beta. Volávamos chichigua y capuchín. Jugábamos muchos otros juegos más que hoy ya no recuerdo.
La diferencia esqueletal entre aquellos tiempos y los de ahora, es que en nuestra infancia, jugabamos cosas que incluian hacer cierta actividad física, involucrarnos con nuestros amigos y exponernos a los diferentes caracter y personalidad de ellos. Incluían coger sol, sudar y contaminarnos con muchísimos microbios que ponian a nuestros anticuerpos a funcionar.
Con la llegada del Nintendo, Super Nintendo, el Sega Genesis, el Play Station I y II, La PC, el Game Boy, el PSP, el Ultra 64, el X-Box, el Game Cube, el Wii y otros más, fueron desapareciendo los juegos de nuestra infancia.
Hoy en día los niños son cada vez más cerrados y tímidos, pues casi no se exponen a otros niños ni interactúan con ellos, lo que no les permite desarrollar una sana personalidad, con una identidad clara de lo que ellos mismos son ni de lo que ellos quieren en la vida.
Por otro lado, está la tendencia de esos niños a ser obesos y aislados, pues no salen de la misma rutina diaria; sedental, lo que les ocaciona enfermedades que están aliadas a la diabetes, hipertensión y además, otras deficiencias sicológicas como la falta de concentración.
Es por éso que: Queremos que se jueguen los juegos de nuestra niñez!
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