sábado, 14 de enero de 2012

Sueños

Dicen que son puesto en nuestros corazónes por Dios para definir el propósito de nuestras vidas. Para mí esto no es del todo cierto, aunque aveces, en algunas personas cobra sentido y es un hecho.

Por experiencia he tenido sueños muy nobles, que involucraban a otras personas, es decir, su Bienestar, no tanto el mío. Por eso eran nobles, porque no estaban atiborrado de egoismo. Hay quienes tienen sueños no tan generosos, pues éstos sólo giran alrededor de ellos, buscando su propia convenencia, así como giran los planetas alerededor del sol.

El día de hoy Dios me ha dado un nuevo sueño, haciéndome olvidar el que antes tenía. Me ha hecho entender que mi único y verdadero sueño es Él. Se trata de él, no de mí, ni de otros. Mi sueño eres tú, ¡oh Dios! Mi todo, mi inspiración, la razón de mí respiración, y de todo lo que hago. Porque eres mi pasión y estoy completo en tí. No necesito nada/nadie más.

Obviamente, éste sueño que hoy poseo, luego de beneficiarme primariamente a mí, pues es la manera en que mi vida cobra sentido y valor; también beneficia a terceros, pues me lleva a amarles, predicarles y procurar hacer todo lo que esté a mí alcance para que también en sus vidas Dios se convierta en su sueño.

La pregunta que hago el día de hoy es la siguiente: ¿cuál es tu sueño? Mi sueño es Dios. Él quiere ser tu sueño.

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